Pero dime que amo de ti
¿Un sol oscuro que solo sabe
iluminar demonios?
O el espejismo de ver el cielo en un alma
avinagrada por la sal de los años?
Que será de la poesía, del arte
poética
Cuando el viento deje de
nombrarte en una cálida brisa de mar mañanero,
De la lánguida lagrima desanimada
por salir a caminar por la mejilla;
Tiene miedo de no terminar en la
forma del amor que tiembla en los labios: sonrisa.
Cuéntame,
Porqué tu rostro se tiznó con
risas calladas
Porqué tus huesos pesan como
muerto si estas vivo
Las palomas te cierran sus alas,
los cuervos de Poe te las abren.
Sublunar te has vuelto,
Bajo el espejo del tiempo.
De lloviznas nacen los presagios
De temor las supersticiones de
los hombres
Y para mí, de tu corazón un imán
sin nombre.
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